Con pólvora del rey

Cualquier empresa multinacional tiene reuniones en los que participan empleados de diferentes países, y no utilizan traducción simultánea. Sólo se suele utilizar cuando se invita algún cliente a asistir a alguna presentación. No pasa nada. Se asume que en los negocios se ha de conocer el inglés y el que no lo domina, se encuentra en una situación de desventaja y deberá tratar por sus propios medios de remediar dicha carencia.

En política la forma de actuar es diferente. Cada vez que hay una reunión entre diferentes países, hay que incluir en las delegaciones a los traductores, ya que el político no ha de saber idiomas.

Cualquier empresa para contratar a alguien lo primero que evalúa son los idiomas que conoce el candidato. Para entrar en política no hace falta saber de nada y no me refiero sólo a los idiomas. Total, siempre se podrán contratar asesores para suplir las carencias del político y si alguna vez necesita hablar con un homólogo de otro país, se podrá pagar un traductor.

Cuando deberíamos replantearnos el derroche que supone el uso de 23 lenguas oficiales en la Unión Europea, el senado ha aprobado una propuesta de reforma del Reglamento para que se puedan usar hasta cinco idiomas: castellano, catalán, euskera, gallego y valenciano. El PSOE, que ha votado a favor, es partidario del uso de todas las lenguas oficiales españolas en la cámara de representación territorial, pero con ciertos límites, algo simbólico. Ahora queda por fijar los detalles de la reforma.

Propongo que los gastos que acarree dicha reforma, sean sufragados con los sueldos de los senadores. ¡Ya está bien de disparar con pólvora del rey!